sábado, 16 de octubre de 2010
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Integrantes
- Leandro Rosati (director, actor y autor),
- Dalila (actriz, autora y cantante)
- Teresa López (actriz, bailarina y coreógrafa)
- Damián Calvo (supervisión teatral, dirección de actores)
Obras
- Club El Tangazo – Milonga y Cabaret
- Trip Telúrico
- Dos mujeres para Voz
- Pochoclo – Varieté porteño
- Desfile Argentino, Mutantes, Trajes y Máscaras
- Tango al mango
- La Carmen, un clásico marginal
- Medio Mundo Varieté
- Secuestro Porcino
Un poco de historia
Empezamos en un sótano, el Parakultural, y veinte años después llegamos a un segundo piso, nuestro actual ½ Mundo.
Empezamos con un comic musical: “Secuestro Porcino”, con el que nos mantuvimos cinco meses en cartel y hasta llegamos a ser seleccionados para la programación inaugural del Rojas, donde hicimos una nueva temporada. Eran los años de la recuperación democrática y compartimos casa y cartel con “Tangogro” de Claudio Nadie, “Las gambas al Ajillo” y el “Clú del Claun”, “La Barragana” de Emeterio Cerro, “La Pista 4” y “Los Macocos”. Por entonces, la crítica periodística bautizaba estas teatralidades emergentes como “el teatro under porteño”. Es que fuera de estos pequeños espacios marginales, no existía ningún tipo de apoyo oficial.
A fines del 87, abrimos ½ Medio Mundo Varieté, en plena calle Corrientes, donde compartimos puerta, pasillo y casa casi tomada con el Centro Kolla. Éramos una cooperativa de artistas, gigante para entonces y hasta para los tiempos actuales. Sin embargo, logramos consensuar cuatro espacios de acción:
• El musical, por donde pasaron en sus primeros recitales “Los Auténticos Decadentes”, “Bersuit Vergarabat”, Lito Vitale, “Lo Negro”, Palo Pandolfo con “Don Cornelio”, Luis Borda, el Trío Greco-Morgado-Oliva, Alberto Muñoz, entre otros.
• El teatral fue ocupado sucesivamente por Rubí Monserrat, Sergio D’Angelo, Lía Jelin con “Class Enemy” y Ana María Casó que hacía lo propio con “Solas en la madriguera”. La poeta uruguaya Marosa Di Giorgio hizo un recital de poesía para presentar su primer libro editado en nuestro país por Último Reino.
• El Banquete Teatral fue un espacio que programamos junto con Batato Barea, quien sumó a Alejandro Urdapilleta y Humberto Tortonese. Graciela Mescalina Lidia Borda, Claudia con K, La Noy, Cutuli, Enrique Symms, Diego Biondo, Aranosky, Olkar Ramírez, Pompeyo Audivert, fueron algunos de nuestros compañeros de ruta.
• Había también un espacio de plástica, a cargo de Hugo Fortuny y Fernando Bedoya, quien había inventado el “Museo Bailable”. Por ahí transitaron el colectivo “Mariscos en tu Calipso”, Eduardo Gumier Maier, Vivi Tellas, Marcia Schwartz y Daniel Sanjurjo, entre otros.
• Las noches de los sábados eran total responsabilidad de “Dalila y Los Cometabras” y nos hacíamos cargo del “dancing-varieté”, una disco roquera intervenida por escenas de teatro musical, humor diverso y varieté, proyecciones de cine mudo y experimentación con diapositivas.
En este tránsito nos acompañaron Maia Mónaco, Alejandro Malar Huguet, Adolfo Bontempo , María Inés Cuadrado, Mirta Maidana y otros amigos. Sí, desde hace dos décadas nos dedicamos al teatro musical. Es más, nos especializamos en este género cuya tradición, distinta de la del musical norteamericano, está anclada en el universo cultural iberoamericano que va desde el cuplé y la zarzuela hasta el sainete urbano o el teatro de revista.
Fuera de todas las tendencias teatrales porteñas de los últimos años, elegimos el musical porque propone una variedad de disciplinas que nos permiten desarrollar nuestro propio lenguaje en el que interactúan diferentes influencias como el teatro cabaret, el teatro político, el teatro popular. Y, sobre todo, porque encarna la teatralidad festiva. Para nosotros era, y sigue siendo, un espacio de resistencia de lo festivo, de la carcajada irreverente frente a la adversidad. ½ Mundo Varieté duró hasta mediados del año 90, cuando cerramos junto con el primer Parakultural. La sociedad había cambiado, llegaban los años oscuros del Menemato. El último día pusimos papel en las paredes para que -- los más de quinientos espectadores que saturaron el espacio - dijeran lo suyo. De todo lo que se escribió, hoy rescatamos esta apuesta al futuro que nos dejo una Laura: “Como en la canción de Serrat, “Los fantasmas del Roxy”, aunque un día tus paredes se conviertan en un gran hongo de polvo de ladrillo, estarán dando vuelta en el aire todos los fantasmas del varieté. Quiero decirles ¡Gracias y Chau! y, a quienes te parieron y criaron, que no nos dejen sin ellos, sin sus historias sobre las tablas. No dejen que muera ½ Mundo Varieté”.
Nos fuimos a casa, a seguir trabajando. Mientras hacíamos performances y animaciones en discotecas, Eliseo Subiela nos convocó para las escenas musicales de su film “El lado oscuro del corazón” y, entretanto, armábamos “La Carmen, un clásico marginal”, con el que paseamos por Liberarte, el Píccolo Teatro (actual Belisario) y la recién inaugurada Fundación Banco Patricios.
En la Fundación, hicimos la curaduría de “Del Borde”, el espacio para teatro, varieté y música, por donde pasaron las “Locas como tu madre”, Omar Viola, Mosquito Sancinetto, Baby Preyra Gez, Carmen Baliero, “Los Melli”, Daniel Zabala, Enrique Federman, Paco Giménez y la Cochera, por mencionar sólo a algunos. Allí nos vio Lino Patalano y nos convocó para hacer “La comparsa del Dragón”, un callejero que fue parte del desfile inaugural del Teatro Maipo. Nuestro último espectáculo en la Fundación fue “Desfile Argentino, Mutantes, Trajes y Máscaras”, una parodia sobre el entonces menemismo en acto.
Con la llegada de la década de los 90, se re-abrió La Trastienda y allí fuimos con “Tango al mango” y con “DaliLa Banda”, dos espectáculos en los que tango y teatro -en el primero- y pop under latino en el segundo, anticipaban algunas de las actuales tendencias.
Nos fuimos del centro a los barrios con “Pochoclo – Varieté porteño”, que estrenamos en el Teatro del Pasillo. Paseamos por diversos centros culturales de la ciudad, Rosario y salas de la Costa, para volver al centro en la inauguración, con gran honor para nosotros, de la Sala Osvaldo Pugliese del Centro Cultural de la Cooperación.
“Pasaron los años y los desengaños” y en el 2003 reabrimos nuestro actual ½ Mundo Club de Arte en el que, por primera vez, logramos conjugar los talleres de especialización en teatro musical y varieté y el estreno de dos espectáculos, “Dos mujeres para Voz” y “Trip Telúrico”. Un par de años más tarde y siempre con las obras en escena, nos seleccionaron para la cuarta edición del Festival de Teatro Experimental Víctor García de San Miguel de Tucumán.
Para nuestra ¿sorpresa?, allí no vió y nos contrató, Bárbara Klein, la directora del Kosmos Theater de Viena, la patria del teatro-cabaret. Allá partimos con ambos espectáculos y una milonga de cierre que se convirtieron en la primera temporada de quince días de un grupo porteño bajo el nombre de “Noches de Buenos Aires”.
Entre el viaje a Tucumán y el periplo a Viena, el plástico Guillermo Roux nos convocó para una experiencia particular: una performance con los personajes de su mural “Homenaje a Buenos Aires” que inauguraba la nueva sede del Bank Boston. Actores, músicos y cantantes al servicio dar vida a los personajes surgidos de la inagotable imaginación de Roux.
De Viena volvimos con la idea de “Club El Tangazo – Milonga y Cabaret”, estrenado en 2006. Con él volvemos para celebrar nuestros primeros veinte años con apenas seis únicas funciones. Lo elegimos porque es un espectáculo que parte de la fiesta para celebrar la danza y la música que más nos representan. Hablamos de un cierto imaginario típicamente porteño y de la vigencia cultural de géneros populares como el melodrama, el teatro musical y el varieté.
El tango, los tangos de diferentes épocas, son el hilo conductor de las pasiones y desencuentros de estos personajes arquetípicos. La obra transcurre en una milonga y la pista de baile es el lugar en donde se suceden una serie de cuadros que incluyen la participación de los espectadores en una clase, una práctica y un concurso de tango, que culmina con la entrega de “maravillosos premios”.
Pero nuestro festejo también incluirá un Ciclo de Varieté que tendrá lugar en los meses de agosto “Salpicón de Humor”, octubre “Estampas telúricas” y diciembre “Viva la pepa”, con participación del grupo y de actores y actrices formados en los talleres del grupo.
Empezamos con un comic musical: “Secuestro Porcino”, con el que nos mantuvimos cinco meses en cartel y hasta llegamos a ser seleccionados para la programación inaugural del Rojas, donde hicimos una nueva temporada. Eran los años de la recuperación democrática y compartimos casa y cartel con “Tangogro” de Claudio Nadie, “Las gambas al Ajillo” y el “Clú del Claun”, “La Barragana” de Emeterio Cerro, “La Pista 4” y “Los Macocos”. Por entonces, la crítica periodística bautizaba estas teatralidades emergentes como “el teatro under porteño”. Es que fuera de estos pequeños espacios marginales, no existía ningún tipo de apoyo oficial.
A fines del 87, abrimos ½ Medio Mundo Varieté, en plena calle Corrientes, donde compartimos puerta, pasillo y casa casi tomada con el Centro Kolla. Éramos una cooperativa de artistas, gigante para entonces y hasta para los tiempos actuales. Sin embargo, logramos consensuar cuatro espacios de acción:
• El musical, por donde pasaron en sus primeros recitales “Los Auténticos Decadentes”, “Bersuit Vergarabat”, Lito Vitale, “Lo Negro”, Palo Pandolfo con “Don Cornelio”, Luis Borda, el Trío Greco-Morgado-Oliva, Alberto Muñoz, entre otros.
• El teatral fue ocupado sucesivamente por Rubí Monserrat, Sergio D’Angelo, Lía Jelin con “Class Enemy” y Ana María Casó que hacía lo propio con “Solas en la madriguera”. La poeta uruguaya Marosa Di Giorgio hizo un recital de poesía para presentar su primer libro editado en nuestro país por Último Reino.
• El Banquete Teatral fue un espacio que programamos junto con Batato Barea, quien sumó a Alejandro Urdapilleta y Humberto Tortonese. Graciela Mescalina Lidia Borda, Claudia con K, La Noy, Cutuli, Enrique Symms, Diego Biondo, Aranosky, Olkar Ramírez, Pompeyo Audivert, fueron algunos de nuestros compañeros de ruta.
• Había también un espacio de plástica, a cargo de Hugo Fortuny y Fernando Bedoya, quien había inventado el “Museo Bailable”. Por ahí transitaron el colectivo “Mariscos en tu Calipso”, Eduardo Gumier Maier, Vivi Tellas, Marcia Schwartz y Daniel Sanjurjo, entre otros.
• Las noches de los sábados eran total responsabilidad de “Dalila y Los Cometabras” y nos hacíamos cargo del “dancing-varieté”, una disco roquera intervenida por escenas de teatro musical, humor diverso y varieté, proyecciones de cine mudo y experimentación con diapositivas.
En este tránsito nos acompañaron Maia Mónaco, Alejandro Malar Huguet, Adolfo Bontempo , María Inés Cuadrado, Mirta Maidana y otros amigos. Sí, desde hace dos décadas nos dedicamos al teatro musical. Es más, nos especializamos en este género cuya tradición, distinta de la del musical norteamericano, está anclada en el universo cultural iberoamericano que va desde el cuplé y la zarzuela hasta el sainete urbano o el teatro de revista.
Fuera de todas las tendencias teatrales porteñas de los últimos años, elegimos el musical porque propone una variedad de disciplinas que nos permiten desarrollar nuestro propio lenguaje en el que interactúan diferentes influencias como el teatro cabaret, el teatro político, el teatro popular. Y, sobre todo, porque encarna la teatralidad festiva. Para nosotros era, y sigue siendo, un espacio de resistencia de lo festivo, de la carcajada irreverente frente a la adversidad. ½ Mundo Varieté duró hasta mediados del año 90, cuando cerramos junto con el primer Parakultural. La sociedad había cambiado, llegaban los años oscuros del Menemato. El último día pusimos papel en las paredes para que -- los más de quinientos espectadores que saturaron el espacio - dijeran lo suyo. De todo lo que se escribió, hoy rescatamos esta apuesta al futuro que nos dejo una Laura: “Como en la canción de Serrat, “Los fantasmas del Roxy”, aunque un día tus paredes se conviertan en un gran hongo de polvo de ladrillo, estarán dando vuelta en el aire todos los fantasmas del varieté. Quiero decirles ¡Gracias y Chau! y, a quienes te parieron y criaron, que no nos dejen sin ellos, sin sus historias sobre las tablas. No dejen que muera ½ Mundo Varieté”.
Nos fuimos a casa, a seguir trabajando. Mientras hacíamos performances y animaciones en discotecas, Eliseo Subiela nos convocó para las escenas musicales de su film “El lado oscuro del corazón” y, entretanto, armábamos “La Carmen, un clásico marginal”, con el que paseamos por Liberarte, el Píccolo Teatro (actual Belisario) y la recién inaugurada Fundación Banco Patricios.
En la Fundación, hicimos la curaduría de “Del Borde”, el espacio para teatro, varieté y música, por donde pasaron las “Locas como tu madre”, Omar Viola, Mosquito Sancinetto, Baby Preyra Gez, Carmen Baliero, “Los Melli”, Daniel Zabala, Enrique Federman, Paco Giménez y la Cochera, por mencionar sólo a algunos. Allí nos vio Lino Patalano y nos convocó para hacer “La comparsa del Dragón”, un callejero que fue parte del desfile inaugural del Teatro Maipo. Nuestro último espectáculo en la Fundación fue “Desfile Argentino, Mutantes, Trajes y Máscaras”, una parodia sobre el entonces menemismo en acto.
Con la llegada de la década de los 90, se re-abrió La Trastienda y allí fuimos con “Tango al mango” y con “DaliLa Banda”, dos espectáculos en los que tango y teatro -en el primero- y pop under latino en el segundo, anticipaban algunas de las actuales tendencias.
Nos fuimos del centro a los barrios con “Pochoclo – Varieté porteño”, que estrenamos en el Teatro del Pasillo. Paseamos por diversos centros culturales de la ciudad, Rosario y salas de la Costa, para volver al centro en la inauguración, con gran honor para nosotros, de la Sala Osvaldo Pugliese del Centro Cultural de la Cooperación.
“Pasaron los años y los desengaños” y en el 2003 reabrimos nuestro actual ½ Mundo Club de Arte en el que, por primera vez, logramos conjugar los talleres de especialización en teatro musical y varieté y el estreno de dos espectáculos, “Dos mujeres para Voz” y “Trip Telúrico”. Un par de años más tarde y siempre con las obras en escena, nos seleccionaron para la cuarta edición del Festival de Teatro Experimental Víctor García de San Miguel de Tucumán.
Para nuestra ¿sorpresa?, allí no vió y nos contrató, Bárbara Klein, la directora del Kosmos Theater de Viena, la patria del teatro-cabaret. Allá partimos con ambos espectáculos y una milonga de cierre que se convirtieron en la primera temporada de quince días de un grupo porteño bajo el nombre de “Noches de Buenos Aires”.
Entre el viaje a Tucumán y el periplo a Viena, el plástico Guillermo Roux nos convocó para una experiencia particular: una performance con los personajes de su mural “Homenaje a Buenos Aires” que inauguraba la nueva sede del Bank Boston. Actores, músicos y cantantes al servicio dar vida a los personajes surgidos de la inagotable imaginación de Roux.
De Viena volvimos con la idea de “Club El Tangazo – Milonga y Cabaret”, estrenado en 2006. Con él volvemos para celebrar nuestros primeros veinte años con apenas seis únicas funciones. Lo elegimos porque es un espectáculo que parte de la fiesta para celebrar la danza y la música que más nos representan. Hablamos de un cierto imaginario típicamente porteño y de la vigencia cultural de géneros populares como el melodrama, el teatro musical y el varieté.
El tango, los tangos de diferentes épocas, son el hilo conductor de las pasiones y desencuentros de estos personajes arquetípicos. La obra transcurre en una milonga y la pista de baile es el lugar en donde se suceden una serie de cuadros que incluyen la participación de los espectadores en una clase, una práctica y un concurso de tango, que culmina con la entrega de “maravillosos premios”.
Pero nuestro festejo también incluirá un Ciclo de Varieté que tendrá lugar en los meses de agosto “Salpicón de Humor”, octubre “Estampas telúricas” y diciembre “Viva la pepa”, con participación del grupo y de actores y actrices formados en los talleres del grupo.